La resistencia al cambio: los atributos circunstanciales o adverbiales

Cuando esta mañana estuve explicando en clase de bachillerato la distinción entre los predicados nominales y verbales y el concepto de atribución todo el alumnado se quedó anodadado en el momento en el que anoté en la oración ¿Has estado en París?, bajo el sintagma preposicional en París, la función de atributo. ¡Hay que ver la resistencia que ofrecemos el profesorado de lengua a los cambios de perspectiva! Seguimos aferrados a la tradición gramatical, no sea que todo el edificio de nuestros conocimientos se desmorone.

Reviso los libros de texto de la materia recientemente editados y erre que erre con los usos no copulativos de los verbos ser, estar y parecer, de tal manera que, según la gramática tradicional, estos verbos unas veces funcionarían como copulativos y otras como predicativos. Veámoslo en estos ejemplos:

  1. Aniceto está muy feliz
  2. Aniceto está en París 

En 1, hallamos un atributo (muy feliz) y en 2 un CCL (en París) , fundamentándose en un criterio semántico (de significado), ya que el primero indica un estado o cualidad y el segundo un lugar. Sin embargo obvia que desde un punto de vista estrictamente sintáctico ambos complementos son necesarios para completar al verbo, es decir, sin ellos, tan solo el sujeto- verbo no se sostiene y la oración resulta agramatical y comunicativamente inválida: Aniceto está ? 
Pongamos ahora un ejemplo en el que verdaderamente hay un CCL, un complemento, como indica su nombre, que indica circunstancias que aportan información adicional (aditamentos los llamaba acertadamente Alarcos Llorach. Yo los suelo llamar los condimentos, pues son los que aderezan el guiso, pero si no se los echamos la comida no pasa nada, solo que algo insípida) :

  1. Aniceto trabajó de camarero durante años en París
  2. Aniceto trabajó de camarero durante años
Como podéis obervar en 2 hemos quitado de un plumazo el CC y la oración continúa siendo gramatical.
Por ello, debemos concluir que en la oración, de la cual ha partido este embrollo, Aniceto está en París el sintagma parísino participa a la vez de dos funciones oracionales: por un lado nos indica un lugar (CC) y por el otro va con un verbo copulativo que requiere obligatoriamente un atributo. La solución entonces es sencilla: ¿por qué no mezclamos ambas funciones y como es habitual en otras relaciones sintácticas no creamos un ser fabuloso, un centauro, un unicornio o un grifo? Mezclemos entonces el CC con el Atrib, y nos saldrá un Atributo circunstancial, en este caso un atributo locativo.
Y para concluir, pensemos en estas oraciones: es de día o es viernes, ¿no podríamos pensar del mismo modo que se tratan de atributos temporales?

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